Las construcciones religiosas conforman la huella más presente e imborrable de la sociedad de la Edad Moderna en Alhaurín el Grande. Podemos decir que todos los templos de nuestro pueblo han sido ampliados, reformados o reconstruidos en el trascurso de los siglos de su existencia, o incluso derribados, como es el caso de la Ermita de San Gaudencio, ubicada en Calle Cruz hasta 1975, entre otras.

La Parroquia de Nuestra Señora de la Encarnación es un templo cristiano de tres naves y planta de cruz latina, ubicado en una ladera, coronando lo que en su día era el pueblo de Alhaurín, ubicado en el Barrio de El Bajondillo y encabezando la Plaza Baja, centro neurálgico de la época y zona de expansión cristiana, donde se encontrarían los distintos poderes. En esta plaza se ubicarían las Casas Consistoriales, el Pósito (que da nombre a nuestra Calle Cilla), un palacio e incluso la cárcel.

La importancia de la religión y el papel social que jugaba la Iglesia como institución y como lugar físico en nuestra villa, está más que justificado en los Repartimientos, donde se señala el papel fundamental que desempeña la Iglesia en la sociedad alhaurina.

Será en 1505 cuando aparezca la Parroquia ya definitivamente constituida y en funcionamiento en una Bula de creación de los Beneficios y Oficios del Obispado de Málaga, otorgada por el arzobispo de Sevilla Fray Diego de Deza, estando dotada de dos beneficiados y una sacristía, el dominio territorial de la parroquia alhaurina llegaba hasta Churriana. En 1510 fue reformada y ya estaba bajo el patrocinio de Nuestra Señora de la Encarnación, advocación que seguirán la mayoría de los templos de la zona. Según algunos autores, se trataba así de exaltar la figura de Cristo frente a la población musulmana que se había quedado en las tierras recién incorporadas al Reino de Castilla convertida al cristianismo, los conocidos como cristianos nuevos, que gozaban de menos derechos que los conocidos como cristianos viejos, provenientes de otras zonas de Castilla en el marco de la política repoblacional de la época.

Muy probablemente, este templo se ubicase sobre la antigua mezquita aljama del municipio, al igual que ocurría en la mayoría de territorios ganados a musulmanes por los Reyes Católicos, quienes, también dotaron de utensilios y ornamentos a las nuevas parroquias. Según el Diccionario Madoz, la hipótesis en cuanto a su ubicación es otra: “situada sobre el área de un antiguo cast. Árabe, a cuyo centro corresponde el altar mayor, habiendo sido construida en el común orden de la arquitectura de la decadencia gótica”.

La actual estructura del edificio, dividido en tres naves, podría datar entre 1518 y 1540, época en la que los Riario instauraron esta morfología estructural para las iglesias de la Diócesis malagueña. Esta hipótesis se encuentra respaldada con la fecha de finalización de las obras, concluidas supuestamente en 1553, aunque otras fuentes señalan que fue en una fecha posterior, bajo el reinado de Felipe II, por lo que necesariamente tendría que ser posteriormente a 1555. El templo ha podido sufrir numerosas reformas, especialmente tras el Terremoto del Día de San Dionisio de 1680. Torres Gómez descubrió en diversa documentación del Archivo Provincial de Málaga que la torre y el resto del templo hubieron de ser reconstruidos a causa de los grandes daños sufridos. Ya en la segunda mitad del siglo XIX, se añadirá al edificio la parte correspondiente al crucero y Altar Mayor, construidos en un estilo neoclásico, acorde con el renacentista de la fábrica original.

En su interior se encontraba un cuadro de grandes dimensiones que representaba a San Francisco, atribuido por algunos a Zurbarán, donación de Doña María Teresa Power de Terry, según describe Ildefonso Marzo en su Historia de Málaga y su provincia, en 1850.

Además de la Parroquia, las ermitas, aunque con una modestia aparente en cuanto sus dimensiones y ornamentación artística, las ermitas tienen el valor de servir además de como lugar de culto, como testigos mudos de la cultura y sociedad. Se conoce que en el Alhaurín el Grande de la Edad Moderna existieron seis, repartidas por el pueblo: San Antón, San Sebastián, Santa Vera-Cruz, San Roque, Cristo de Las Agonías y San Gaudencio, las cuales describiremos en el siguiente artículo.

Juan Pablo Rueda Aragón, Historiador del Arte.

Bibliografía:

Morillo del Castillo, M. A. y Pérez González, S.D., Aproximación histórica a la Edad Moderna en Alhaurín el Grande, Guadalhórcete, Del Medievo a la Modernidad. Pp. 185-205. GDR Valle del Guadalhorce. 2005.

Marzo, I. Historia de Málaga y su provincia, Tomo II pág. 142. Ed José del Rosal.1850.

Castillo Benítez, J. Historia de la Villa de Alhaurín el Grande, pp. 156. Ayuntamiento de Alhaurín el Grande. 2018.

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