FUNDACIÓN

Gustavo ThÖrlichen

“Thörlichen es un gran artista como fotógrafo. Además de una exposición pública y de sus trabajos particulares, tuve oportunidad de ver su manera de trabajar”

– Ernesto Che Guevara –

Situada en la Primera Planta del edificio, alberga su obra pictórica que donó en su integridad al Ayuntamiento de Alhaurín el Grande. Desde el año 2010 se ha iniciado su progresiva restauración.

    La Sala cuenta con modernas instalaciones de conservación, climatización e iluminación.

    Gustavo ThÖrlichen

    1906 -1986

    El acceso es libre y gratuito para todos los ciudadanos sin discriminación alguna

    Este país será el eje vertebrador de su obra quizá más reconocida: La República Argentina (1958), que fue llamado a realizar por la Dirección Nacional de Turismo, bajo la presidencia de Arturo Frondizi, del que era amigo personal; un libro de fotografías prologado por el gran escritor argentino Jorge Luis Borges. Se trata de un volumen escrito, en todas sus ediciones, en castellano, inglés y alemán, lo que demuestra que se trataba de un libro con amplia proyección al exterior.

    En este ejemplar en concreto, quedan patentes además las buenas relaciones que el autor se granjeó en Argentina pues, además de Jorge Luis Borges, pasaron a formar parte de su cartera de contactos personalidades vinculadas a círculos intelectuales como los escritores Silvina Ocampo, su marido Adolfo Bioy Casares y su hermana Victoria Ocampo (para quien Thörlichen trabajará como fotógrafo en su libro San Isidro). Estos autores personificarán la cumbre de la literatura argentina del siglo XX.

    Sus colaboraciones en publicaciones varias y sus exposiciones fotográficas en la nación argentina se sucederán de manera regular. De hecho, su buen hacer, su fama y sus relaciones le llevarán a convertirse en el fotógrafo personal del presidente Juan Domingo Perón y su esposa Eva Duarte (Evita Perón).

    Asimismo, un conjunto de fotografías le llevó a realizar una exposición en La Paz, queriendo la casualidad que conociera a un joven médico argentino que paseaba por Latinoamérica en su motocicleta. En su Diario de Viaje, el médico cita: “Thölichen transmite el gusto por la fotografía al joven, además de una técnica sencilla subordinada íntegramente a una composición metódica que da como resultado fotos de notable valor”. Será tanto el impacto causado que el autor influirá en el propio proyecto de vida del médico, sin saber que se trataba del futuro Ernesto Che Guevara.

    Gustavo Thorlichen, pintor y fotógrafo de gran entidad, nace en Hamburgo (Alemania) el 6 de noviembre de 1906. Comienza su formación artística, concretamente en dibujo y pintura, en las Academias de Bellas Artes de Hamburgo y Leipzig, así como en la Académie de la Grande Chaumière de París.

    Viéndose influenciado por las vanguardias rusas, en particular por el Constructivismo de Aleksandr Ródchenko, desarrollará también una gran carrera como fotógrafo, de forma concreta y a gran escala en Buenos Aires, donde se exilió “con apenas 40 pesos de capital” y “con la intención de comprar una mula, como las que había visto en algún antiguo grabado, atada a una palmera en los alrededores del puerto aldeano”. Todo ello ocurría en 1937, cuando se ve obligado a exiliarse de su Alemania natal huyendo del nazismo.

    Allí comenzó a atender su estudio de fotografía, desarrollando a través de su trabajo, junto al de otros artistas como Hans Mann o José Suárez, una nueva forma artística de relacionarse con la naturaleza: del deseo inicial observado en otros autores y enfocado a la impresión y asombro, se pasa a una voluntad de apropiación del territorio y a la industria turística que de ello deriva; hablamos de fotografías pioneras en el registro del patrimonio cultural argentino.

     

    En el año 1957 expone sus obras en Stuttgart, Bonn, Hamburgo y Estocolmo. Al año siguiente, al llegar al poder Arturo Frondizi, del que era amigo personal, regresa a Argentina y colabora con Borges en el libro de fotografías “La República Argentina”. En el año 1958 acompaña al Presidente Arturo Frondizi a EEUU, exponiendo en Washinngton. En los años 1960 y 1962 expone en Tokio y Kore ( Japón). Derrocado el Presidente Frondizi se exilia en México, exponiendo en Zurich en el año 1964.

     

    Llega a España en el año 1970, residiendo unos meses en Torremolinos, y trasladándose definitivamente a Alhaurín el Grande. Durante los dieciséis años que pasó en la localidad, se dedicó al dibujo y a la pintura, exponiendo en Cádiz, Fuengirola, Alhaurín de la Torre y Málaga (Colegio de Arquitectos).

    Fallece el 12 de noviembre de 1986, legando toda su obra al Ayuntamiento de Alhaurín el Grande. En la actualidad, el Consistorio se encuentra en propiedad sobre unos 2500 originales, comprendiendo láminas y dibujos. En el año 2003 se celebró una exposición póstuma en las Cuevas del Convento, titulada “Vives, mientras alguien piensa en ti”. En 2009, parte de su obra fue restaurada y se llevó a cabo el inventariado del conjunto de su patrimonio.

    Finalmente, con motivo del vigésimo sexto aniversario de su fallecimiento, en el año 2012, se realizó una exposición de su obra en las Cuevas del Convento a la luz de las velas, tal y como expresó en su testamento el propio autor.