Según los hallazgos arqueológicos, esta época pudo ser el periodo de mayor importancia histórica del municipio, aunque cierto es que harían falta numerosas excavaciones arqueológicas para corroborar esta cuestión.

Comencemos con el origen del topónimo, tradicionalmente, Alhaurín ha sido identificado con el Lauro citado por Floro, lugar en el que Cneo Pompeyo se refugia tras ser derrotado en la batalla de Munda. Numerosos historiadores, algunos de ellos conocidos por todos los alhaurinos como es el caso de Ildefonso Marzo, sitúan el Lauro romano en Alhaurín, aunque con alguna que otra contradicción y sin base científica. Confirmar esto es muy complicado ya que aún hoy, es muy complicado situar dicha batalla en la geografía malacitana. Lo cierto es que dicha afirmación ha llegado a nuestros días como una verdad indiscutible en la cultura popular.

Manuel Rodríguez de Berlanga, otro historiador que resulta familiar a los alhaurinos, defiende que Alhaurín el Grande surgiría con el traslado, ya en época andalusí, de un poblado romano llamado Iluro situado en el Cortijo de El Almendral, aunque investigaciones recientes marcan dicho lugar como un poblado dedicado a la cantería.

Según las últimas investigaciones y contrastando las diversas informaciones, lo más probable es que no existiera un núcleo urbano como tal en época romana en lo que hoy conocemos como Alhaurín, sino diversas villas dedicadas a la explotación agrícola. Esto explicaría el hallazgo de distintas piezas de origen romano. Cabe señalar que la importancia del yacimiento arqueológico de Fuente del Sol evidencia un asentamiento romano de señalada importancia que habría que corroborar con nuevas excavaciones que revelen más detalles.

Respecto al nombre Alhaurín, hay investigaciones que lo ligan al término Hawwara, una tribu bereber asentada en la zona durante el periodo islámico, lo que sitúa el origen del municipio como asentamiento estable a partir del s.VIII de nuestra era.

Tras la derrota de los cartagineses, los romanos van a ir asentándose por toda Andalucía, aunque no sería hasta el año 180 aproximadamente, tras la toma de Cártama por Tiberio Sempronio Graco, cuando lentamente se van a implantar los conceptos y forma de vida traída desde Roma, favorecido por la llegada de comerciantes, funcionarios y colonos desde la península itálica.

Existen un total de 16 asentamientos de esta época en nuestro municipio, a los que no se descarta se sumen nuevos hallazgos, siendo estos los siguientes: Quilín, El Cortijo de Claraval, Mezto, Cerro Alacraneras, La Mata, La Huerta del Niño, Los Nebrales, Ballesteros, Ardalejos y cinco asentamientos más ubicados en los alrededores de la Fuente del Sol, Sierra Gorda y La Vega. Todos ellos deteriorados debido a la explotación agrícola, el abancalamiento y vallados de fincas, el expolio continuado y la presión urbanística. Es necesario advertir que los daños que se producen en nuestro patrimonio arqueológico es irreversible y llevan a un conocimiento incompleto de la historia de Alhaurín el Grande.

En todos estos yacimientos se encuentran piezas comunes como sillares, cerámicas, tégulas, y otras piezas menos comunes como columnas, monedas o exvotos.

A continuación, se detallan los yacimientos más importantes d nuestro municipio:

LA MATA. (Inmediaciones del Polígono Industrial La Rosa). Fue una importante villa rústica, estudiada por varios autores y en la que se han encontrado “fragmentos de piedra labrada” según señala el Diccionario Madoz; restos de ladrillos, tégulas, cerámicas y dos monedas correspondientes a Nerón y Teodosio según Rodríguez de Berlanga; columnas y un ara, según J. Castillo Benítez y F. Pérez Borrajo y una pileta de “opus signinum” para la producción aceitera o vinícola según S.D. Pérez González y M. C. Morillo del Castillo.

HUERTA DEL NIÑO (Camino de Coín). Zona de numerosos hallazgos romanos. Hasta ella llegaba un acueducto que le daba a la finca el nombre de “Huerta de los Arcos” y que fue reutilizado en épocas posteriores. En sus cimientos se encontraron medallas de Diocleciano y Probo. Incluso apareció una estatua a mediados del siglo XVIII. Estos hallazgos harían que Ildefonso Marzo interpretase el yacimiento como unos baños romanos.

A finales del siglo XIX, Rodríguez de Berlanga cita hallazgos de solerías de mármol blanco, paredes, restos de mosaicos, estatuas de pequeñas proporciones y un busto a tamaño natural de Antonio Pío o Marco Aurelio. En su opinión, podría tratarse de una villa rural rica con jardines decorados con estatuas. Los hallazgos fueron destruidos en su mayoría y tan sólo nos queda su referencia, otros permanecen en colecciones privadas.

A principios del siglo XX, en las obras de mejora del Camino de Coín, apareció una lápida de mármol encarnado de una decoración recargada y de gran calidad, hoy en paradero desconocido. El origen de esta pieza es un misterio ya que por las inscripciones que mostraba no es probable que fuese romana, sino de una época posterior, posiblemente renacentista o neoclásica, época en la que el municipio carecía de un nivel cultural acorde con dicha pieza, a esto se suma la falta de estudio en la zona, por lo que es difícil datar esta pieza.

FUENTE DEL SOL. Es la zona arqueológica más importante de nuestro término municipal. Su origen es anterior a la época romana, habiéndose encontrado cerámicas ibéricas. En este lugar se estableció una villa romana entre los siglos I y II que estuvo en funcionamiento hasta el siglo V ininterrumpidamente. En este yacimiento, además de los hallazgos comunes de todo asentamiento rústico, se suman restos de mosaico, ánforas, fíbulas, etc. De allí provienen las columnas que decoran la plaza del Ayuntamiento. También se hallaron un impluvium y varias piletas de opus signinum que indican que esta villa se dedicase a la explotación vinícola o aceitera. Más probable es la opción vinícola, basándonos en la aparición de una escultura de unos 90cm que, aunque hallada incompleta, representa a Hermes Dionisos, y que probablemente adornaría el interior de la villa. Además, en la zona se han dado numerosos hallazgos de monedas de diferentes periodos de la época romana. Cerca de este punto, en Sierra Gorda, se encuentran dos yacimientos más y una necrópolis, la cual contaba con numerosos enterramientos, este hecho podría indicar un alto índice de ocupación en la zona que lamentablemente no podemos estudiar con más profundidad por ahora, ya que el enclave ha sido continuamente expoliado.

En 1899 Rodríguez de Berlanga señala el hallazgo de restos de una construcción subterránea de enterramientos con huesos y una inscripción algo deteriorada. Más tarde, a mediados del siglo XX, se halló un sarcófago y enseres funerarios. También en esta zona aparecen dos lápidas sepulcrales de la tribu Quirina, hoy desaparecidas.

En los siglos IV y V de nuestra era, la Fuente del Sol va a gozar de una revitalización debida a la ruralización que se va a dar en ese momento. Los núcleos económicos de la ciudad romana de Málaga van a desplazarse al interior, huyendo de la presión fiscal destinada a la defensa del imperio. Fue tal vez en estos momentos cuando se produce la llegada del cristianismo a Alhaurín el Grande tal y como mostraba la lápida de alabastro negro tallada con una escena religiosa encontrada en la ermita de San Antón durante las obras de ampliación de lamisma en el siglo XVII y que fue trasladada a la parroquia de la localidad, desapareciendo durante la Guerra Civil. Sin duda, una de las mayores pérdidas patrimoniales del municipio ya que son muy pocos los ejemplos conservados de medio relieves visigodos en la zona.

 

Escrito: Juan Pablo Rueda Aragón, Historiador del Arte.

Bibliografía: Pérez González, S.D. y Morillo del Castillo, M.C. La época romana en Alhaurín el Grande. Guadalhórcete, una de romanos. GDR. 2014.

Castillo Benítez, J. Historia de la Villa de Alhaurín el Grande, Ayuntamiento de Alhaurín el Grande. 1996.

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