Poco a poco el ejército cristiano, los enemigos del norte, van a ir acercándose cada vez más al sur del al-Andalus, conquistando importantes ciudades como Córdoba y Sevilla. No fue un avance rápido, lo que dio tiempo a los musulmanes de construir edificios defensivos a lo largo de toda la geografía del sur de Andalucía que sirvieran para proteger y vigilar el territorio. A partir de 1410, con la toma de Antequera, las incursiones cristianas en el Valle del Guadalhorce van a ser constantes por lo que se van a dar numerosas construcciones militares de esta época.

Al sureste del casco urbano de Alhaurín el Grande, a un kilómetro de distancia aproximadamente, yacen los restos de la Fortaleza de Fahala, en un monte amesetado entre el río homónimo y el Arroyo Sanguino. Con una extensión aproximada de 20.000 metros cuadrados y a 230m de altura sobre el nivel del mar, contó con unos trabajos de excavación y consolidación de paños perimetrales de muralla en 2018. Dichos trabajos arqueológicos se encuentran en una fase inicial, pero ya han aparecido algunos restos que marcan en el recinto diferentes zonas con distintos usos. La parte más visible es la de la muralla perimetral del recinto, de la cual se puede concluir que fue construido con diferentes técnicas como la de tapial, tierra apisonada y muros de mampuestos. También se aprecia la existencia de tapial calicastrado, de arcilla anaranjada y guijarros de pequeño y mediano tamaño, resaltando la escasa presencia de cal en el mortero. Estas estructuras pudieron tener dos accesos, una hacia el Norte, mirando al Fahala en la intersección con el arroyo Sanguino, y otra junto a la Torre 1 y un gran paño de muralla de tapial. Esta muralla, constaba de bastiones o torres en su perímetro que presentan una planta rectangular o medio cubo y, probablemente, sus puertas eran en recodo o acodadas. El tramo de muralla mejor conservado está realizado con mampuestos y pertenece al conocido como “La Muela” visible desde algunos puntos del pueblo. Este tipo de fábrica es típica de las construcciones del siglo XI-XII, aunque no parecen tener continuidad en el tiempo.

Pero la discontinuidad en la composición de su fábrica, respecto al resto de la línea de muralla, hace pensaren una reparación en tiempos posteriores de esta estructura, dañada en su origen en una época anterior, por causas que se desconocen. Santamaria Arqueólogo encargado de realizar los últimos trabajos en el yacimiento en 2018) siguiere la posibilidad de que, las cabalgadas castellanas que sufría el valle del Guadalhorce en primavera-verano desde el siglo XI, partes de las murallas del hisn fueran derribadas y vueltas a reconstruir con posterioridad.

El análisis preliminar de los materiales arqueológicos de la excavación y prospección, dio como resultado, un periodo cronológico de finales del siglo XIV a la primera mitad del siglo XV, aunque no descarta la posibilidad de una ocupación más temprana del cerro en época romana, ya que han aparecido tégulas, o incluso en la prehistoria, debido a que han aparecido una decena de fragmentos de cerámica hecha a mano.

El cerro se sitúa en un enclave geográfico privilegiado, dominando todas las vías de comunicación hacia el interior y la costa desde su ubicación privilegiada en la Hoya de Málaga. Del mismo modo, está conectado visualmente de una manera excepcional, a las poblaciones aledañas más importantes. Desde su posición, podemos ver la Torre de Urique, Coín, Alhaurín el Grande, entre otros; situado próximo a la cantera del cementerio de Alhaurín desde donde se extrajo el travertino para su construcción. Desde su lado nordeste, donde Santamaría estima que pudo encontrarse el alcázar, podemos ver Pizarra, y, por consiguiente, una de las vías más importantes de comunicación Norte-Sur y, camino de penetración desde el interior a la costa de las tropas castellanas.

La presencia en el ángulo suroeste de algunas estructuras defensivas (muralla y cubo de tapial), asociadas al siglo XII en el Castillo de Fahala, podrían sugerir un origen almohade del castillo y, a tenor de los pocos restos conservados, una posible destrucción posterior. Durante el domino de la dinastía almohade, se produce la unificación del poder político entorno a un imperio que llega a conseguir un periodo de prosperidad en todos los ámbitos, reforzado por la victoria alcanzada frente al ejército de Alfonso VIII en la batalla de Alarcos en 1195.

Durante esta estabilidad se llevó acabo un intenso trabajo de fortificación en medinas y alquerías importantes, destinado a reforzar el territorio y sus enormes recursos naturales frente a los cristianos. Pero 17 años después, con la victoria de los castellanos en las Navas de Tolosa (1212), y la muerte del sultán Yusuf II, el dominio almohade, cae.

El paño de muralla aun de pie, de unos 5 metros de altura revela que este recinto pudo tener un valor estratégico importante.

Su nombre, Fahala, según Pascual Madoz, deriva del nombre del último alcaide de la fortaleza, Fahal.

Muy cerca a Fahala se encuentra la Torre de Hurique, mencionada en distintas fuentes como Xubric, Jubrique, Hubrique, Hurique o Urique. Situada en uno de los despoblados medievales de nuestro término municipal, constituye una de las mejores muestras de la arquitectura militar de esta época.

A tan sólo 2km del pueblo, se encuentra muy cerca del nacimiento que nutría de agua a la mencionada fortaleza de Fahala, con la que mantiene una óptima comunicación visual. Es un tipo ce construcción defensiva de poca entidad, un núcleo agrícola sin demasiada población, construida durante el último emirato musulmán.  Cabe señalar que tan sólo se conservan íntegras ésta y otra en Cañete la Real en territorio malagueño. Su origen parece estar en el siglo XIV-XV y se construyó para vigilar el territorio a distancia y ofrecer refugio a la población en las incursiones fronterizas.

Tras la conquista cristiana, este edificio sería repartido como merced real al Hidalgo Pedro Barrionuevo y reparada en 1493 por orden suya. Parece ser que la torre fue rebajada en altura, para evitar que fuese utilizada en posteriores revueltas a la conquista cristiana, quedando así con el aspecto actual.

El edificio, de planta cuadrada tiene 9,5m de base y 13,20 de alto. Tiene dos niveles, uno cubierto y otro a modo de terraza y un sótano bajo estos.

Actualmente presenta un cuerpo almenado y un campanario, fruto de las reformas posteriores a la conquista cristiana.

En 1987 se realizaron obras de restauración y consolidación del edificio que lo devolvieron a su estado original, eliminando elementos de construcción moderna que albergaba el interior de la torre, fruto de los distintos usos que ha tenido durante toda su historia.

Diego de Valera, habla de cómo todo el valle de Santa María es arrasado junto con Cártama; El I Marqués de Cádiz cuenta como previo a la conquista de Alhaurín y toda su comarca, predominaban las “batallas”, grandes formaciones de peones y caballería (podían ser varios miles de hombres, atestiguado en las propias fuentes cristianas) que, de forma periódica, entraban en territorio musulmán arrasando cosechas y poblaciones y consiguiendo grandes botines. Relata como directo participante, de qué forma se llevó a cabo una de las más importantes y devastadoras en 1483:

“…E talaron la çibdad así de panes como de huertas e oliuares e vinnas e todo cuanto pudieron alcançar, allende de ella, e a Cártama e a Campanillas e a Churriana e a Pupiana e a Laulyn e a Coym e a Fahala e Benamequís e a Monda e Tolox, e todo el valle del Santa María, e a Guaro e Caçarabolela e Álora donde los moros reçibieron gran daño. E de allí salieron a los prados de Antequera”

De la conquista de Fahala se cuenta que fue tanta la sangre derramada, que el arroyo que pasa a sus pies se tiñó de rojo, de ahí que conserve hasta nuestros días el nombre de Arroyo Sanguino.

Con estos hechos llegó la victoria de la Corona de Castilla y con ella los famosos “Repartimientos”, y la situación para la comarca y sus habitantes no fue a mejor, es más, supuso un retroceso económico y comercial que sumergiría al-Andalus, uno de los territorios más ricos y poderosos del mediterráneo, en largos años de pobreza y de grandes desigualdades sociales y económicas.

Los Repartimientos, fue un mecanismo creado, necesariamente, para sufragar los gastos de la Guerra de Granada. Es una de las explicaciones básicas, de como uno de los tantos reinos, el más poderoso y extenso de la Península Ibérica, como fue el de Castilla, tiene que afrontar el pago por los favores recibidos de reinos menores, para sufragar su proyecto de expansión territorial, lo que llevó inevitablemente, a la consolidación de grandes señores feudales.

Juan Pablo Rueda Aragón, Historiador del Arte.

Bibliografía:

Morillo del Castillo, M. A. y Pérez González, S.D., La Época andalusí en Alhaurín el Grande, Guadalhórcete, Al -sur del Al-Andalus. Pp. 193-205. GDR Valle del Guadalhorce. 2007.

Castillo Benítez, J. Historia de la Villa de Alhaurín el Grande, Ayuntamiento de Alhaurín el Grande. 2018.

Muñoz Morillo, M.A., Alhaurín el Grande y el Castillo de Fahala, Ayuntamiento de Alhaurín el Grande. 2020.

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