La pintora y el escritor trabajarán en sus proyectos durante todo el mes de junio en la Casa Museo gracias al convenio entre la Fundación y el Ayuntamiento.
Por segundo año dos jóvenes creadores de la Fundación Antonio Gala realizan durante este mes de junio su beca-residencia en Alhaurín el Grande. La pintora Manuela Rodríguez (Cádiz) y el escritor Pedro Ramos (Huelva) desarrollarán sus proyectos creativos durante su estancia en la Casa Museo Antonio Gala La Baltasara gracias al convenio de colaboración entre la Fundación y el Ayuntamiento.
“Reforzamos hace dos años el vínculo con la Fundación ampliando el convenio que une al Ayuntamiento de Alhaurín el Grande con esta entidad cordobesa. Precisamente una de estas mejoras consiste en esta residencia. Pienso que, si seguimos así, posiblemente ampliaremos el acuerdo con nuevos retos que tenemos por delante”, anunciaba el alcalde de la localidad, Anthony Bermúdez, en una visita realizada a los residentes.
La residencia les permitirá avanzar en sus respectivos proyectos: en el caso de Manuela Rodríguez, una serie de obras de pequeño formato pintadas del natural, y por lo que se refiere al escritor Pedro Ramos, trabajar en dos relatos breves en cuya génesis ha tenido que ver la lectura de Los invitados al jardín, de Antonio Gala.
Una iniciativa que forma parte del proceso formativo y de desarrollo artístico de estos dos jóvenes creadores de la promoción número 23 de esta Fundación. Están tutorizados por el poeta alhaurino Pedro J. Plaza.
“Es un placer tenerlos aquí, en este lugar mágico donde Antonio Gala se inspiró para escribir sus obras. Desde el Ayuntamiento queremos desearles que tengan una estancia lo más fructífera posible y disfruten de todas las actividades y citas culturales en las que van a participar durante estos días, entre ellas la entrega del Premio Internacional de Poesía Antonio Gala el próximo día 20 de junio”, explicaba la concejala de Cultura, Marina Maldonado. Igualmente, durante la estancia en La Baltasara, los residentes mantendrán algunos encuentros tanto con colectivos de Alhaurín el Grande como de Málaga.

Dos perfiles totalmente diferentes que buscarán durante su estancia en la localidad exprimir al máximo todo lo que tiene que ofrecer la beca-residencia. Con la llegada de estos dos jóvenes artistas a la finca de La Baltasara, lugar donde vivió durante más de treinta años Antonio Gala, se recupera este emplazamiento como espacio para la creación y el desarrollo creativo.
Sobre Manuela Rodríguez
Manuela Rodríguez es graduada en Historia del Arte y en Bellas Artes por la Universidad de Sevilla. Completó sus estudios en el École des Beaux-Arts à Nantes Saint-Nazaire (Francia). Ha participado en diversas exposiciones colectivas y recibió la beca del paisaje de Segovia de la Real Academia de Historia y Arte de San Quirce.
Su obra investiga una nueva noción y construcción del paisaje, enfocada en especial en aquellos espacios intervenidos que son o han sido habitados en los que percibe tiempo, cuidados y resquicios de cariño. En su proceso creativo interpreta el entorno a través de apuntes del natural y hace uso de la fotografía analógica. Le interesa experimentar con los límites de representación del paisaje con un lenguaje compositivo y cromático, compuesto por formas y abstracciones en un juego de luces y sombras que logran representar una iconografía de la ternura. También explora técnicas de revelado e instalación que le ofrecen una conjunción del espacio, la fotografía y la pintura, y que enriquece su discurso siguiendo la línea de su imaginario. En la Fundación Antonio Gala ha ahondado en este discurso con el proyecto ‘Donde se mima al paisaje’.
Sobre Pedro Ramos
Pedro Ramos es graduado en Cine y Cultura por la Universidad de Córdoba. Ha trabajado como colaborador en distintas revistas y periódicos online en la sección de crítica cinematográfica. Su ensayo Yo soy esa (2024) se hizo con el II Premio de Teorías Queer y Crip Sonia Rescalvo Zafra, convocado por la editorial Cántico, integrada en el grupo Almuzara.
Pese a que sus intereses siempre se han orientado hacia un estilo más ensayístico, especialmente en relación con la antropología y la hermenéutica del cine, su proyecto, ‘La parte de arriba’, se trata de su primera incursión en la ficción. Durante su estancia en la Fundación Antonio Gala ha escrito una novela autoficcional que parte de una necesidad confesional, como un ejercicio de reconstrucción de la memoria a través de la mentira y el exilio. Se trata de un proyecto intimista, comprometido con el ejercicio del recuerdo, dividido en relatos insertos en los que converge la perspectiva queer, la novela histórica y la mirada infantil. La obra explora los espacios de huida y los refugios escópicos de un niño prematuramente sexuado.

Deseamos que estos dos jóvenes creadores disfruten y aprovechen su estancia en nuestra localidad y en la Casa Museo Antonio Gala, para que puedan desarrollar sus proyectos artísticos en un entorno inmejorable e inspirador.