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La escritora Ana Belén Andrés Silva y el artista visual Zhenxiang Zhao desarrollarán sus proyectos creativos durante su estancia en la Casa Museo Antonio Gala ‘La Baltasara’ gracias al convenio de colaboración entre la Fundación y el Ayuntamiento.

Esta semana han comenzado su beca-residencia artística un artista visual y una escritora procedentes de la Fundación Antonio Gala para Jóvenes Creadores. Una iniciativa enmarcada en el convenio de colaboración entre la entidad cordobesa y el Ayuntamiento de Alhaurín el Grande como parte del proceso formativo y de desarrollo artístico de estos dos jóvenes creadores.

Zhenxiang Zhao, (Shaanxi, China, 1996) y Ana Belén Andrés Silva (Zaragoza, 1994), ambos pertenecientes a la promoción número 22 de la Fundación Antonio Gala para Jóvenes Creadores, ya están instalados en la Casa Museo, los cuales permanecerán en Alhaurín el Grande durante todo el mes de junio con el fin de desarrollar sus proyectos personales. Ambos artistas se sintieron impresionados y muy ilusionados por comenzar su estancia en un entorno inmejorable para la producción artística como lo es La Baltasara.

El alcalde de la localidad, Anthony Bermúdez, y el concejal de Cultura, Luis Guerrero, recibieron a los jóvenes creadores y a José María Gala, director de la Fundación Antonio Gala, para darles la bienvenida y presentarles la que será durante el próximo mes su inmejorable lugar de trabajo.

El primer edil manifestó sentirse “muy feliz por acoger a dos residentes de la fundación suponiendo un paso más en ese vinculo que tenemos entre el Ayuntamiento y la Fundación Antonio Gala. Sin duda es una oportunidad para Alhaurín el Grande el poder disfrutar de dos artistas que seguramente encontrarán la inspiración en La Baltasara y en entre las calles de la localidad”.

Tras el recibimiento el edil de Cultura destacó que los jóvenes creadores “tendrán un programa paralelo de actividades de relación con Alhaurín el Grande y diferentes colectivos locales para hacer que sea una residencia abierta al pueblo”.

Este programa de actividades permitirá contar con la experiencia de ambos creadores en contacto directo con el tejido alhaurino. Por un lado, el artista visual Zhenxiang trabajará con los usuarios de Alhmer y del Centro Ocupacional Fahala. Y, por otra parte, dentro del ámbito de la biblioteca municipal, el taller literario y el club de lectura, Ana Belén participará en algunos encuentros con alhaurinos y alhaurinas.

“Es una enorme satisfacción para el Ayuntamiento que después de un año de trabajo se concreten estas dos becas-residencias artísticas, suponiendo un proyecto muy importante y relevante para el equipo de Gobierno, no sólo por la parte cultural si no también para la promoción cultural y turística del municipio. Somos un territorio abierto, cosmopolita y elegido en su momento por tres grandes artistas; Antonio Gala, Gerald Brenan y Gustavo Thörlichen, y continuaremos siendo lugar de inspiración de los próximos referentes”.

Por su parte, el director de la fundación, José María Gala, destacó que esta colaboración entre ambas instituciones “desemboca en esta primera residencia artística que da como fruto que la que fuera casa de Antonio Gala, su paraíso de creación en Alhaurín el Grande, continúe con ese legado donde una vez al año los jóvenes creadores de cualquier parte del mundo vendrán a desarrollar sus proyectos. Un hecho que sin duda dará mucha visibilidad a la localidad y traerá muchas alegrías”.

Sobre los jóvenes creadores

El arte de Zhenxiang abarca desde la performance y la danza hasta manifestaciones audiovisuales, explorando las profundidades de la identidad contemporánea. En la Fundación Antonio Gala, desarrolla un proyecto que fusiona IA, robótica, coreografía y elementos audiovisuales. Con esta propuesta, busca comprender la intersección entre el arte y las tecnologías emergentes, reflexionando sobre cómo las identidades individuales se entrelazan y se interrelacionan en el mundo actual.

Por su parte, Ana Belén cursó en 2022 el máster en Creación Literaria con Grupo Planeta en la Universidad Internacional de Valencia, en el cual obtuvo mención de honor por el Trabajo de Fin de Máster ‘El manuscrito perdido’, una novela de aventuras, intrigas, espías y secretos que destapa el verdadero origen del cristianismo a través de la interpretación de los rollos del mar Muerto. En la Fundación Antonio Gala desarrolla la novela ‘Hijos de una lengua muerta’, una ficción conspirativa basada en una investigación real que acentúa la necesidad de indagar en las verdaderas raíces a través del idioma original para poder desentrañar el pasado.

Dos perfiles totalmente diferentes que buscarán durante su estancia en la localidad exprimir al máximo todo lo que tiene que ofrecer la beca-residencia. Con la llegada de estos dos jóvenes artistas a la finca de La Baltasara, lugar donde vivió durante más de treinta años Antonio Gala, se recupera este emplazamiento como espacio para la creación y el desarrollo creativo.