Una bonita velada organizada por la Delegación de Cultura del Ayuntamiento donde la tradición y la innovación del flamenco emocionaron al público
El Patio Diego Pérez del CEIP Emilia Olivares se llenó de arte, pasión y duende la noche del sábado con la celebración de la XLII edición de la Noche Flamenca “Villa de Alhaurín el Grande. El evento, organizado por la Delegación de Cultura del Ayuntamiento, congregó a más de 400 personas que disfrutaron de una velada inolvidable, marcada por la calidad artística, el respeto a la tradición flamenca y la apertura a nuevas formas de expresión dentro del género.

El cartel de esta edición cumplió con creces las expectativas, combinando figuras consagradas y propuestas innovadoras. La cantaora Mayte Martín deslumbró con su sensibilidad y técnica depurada, emocionando a los asistentes con su cante lleno de matices. Pedro el Granaíno puso al público en pie con su voz poderosa y jonda, mientras que Sandra Carrasco aportó frescura y versatilidad.
Las guitarras de José Gálvez, Patrocinio Hijo y David de Arahal envolvieron la noche con su virtuosismo, acompañando magistralmente a los cantaores y ofreciendo momentos de gran intensidad musical. El baile corrió a cargo del Cuadro Flamenco de Luisa Chicano, que encendió el escenario con una actuación llena de fuerza, elegancia y compás.




La velada fue conducida por la periodista y experta en flamenco Lourdes Gálvez del Postigo, que aportó contexto y cercanía con una cuidada presentación de cada uno de los artistas.
El alcalde, Anthony Bermúdez y la concejala de Cultura, Marina Maldonado que destacaron el compromiso del Ayuntamiento con la promoción y difusión del arte flamenco, un patrimonio cultural que forma parte esencial de nuestra identidad.
La colaboración de las peñas flamencas locales Unión Flamenca Alhaurina y Asociación Peña Flamenca Hargasfal (encargada de la barra), así como el respaldo de la Diputación de Málaga fueron fundamentales para hacer de esta edición un nuevo éxito. El público, formado por vecinos, aficionados y visitantes de toda la provincia, respondió con entusiasmo y ovaciones a cada actuación. Una noche para el recuerdo, donde Alhaurín el Grande volvió a reafirmarse como un referente en la defensa y difusión del flamenco.
